bandera turca

Bandera turca en Gran Bazar de Istanbul/ J.M

Why are turkish peopleo  fighting at this moment?

She: “Because he is trying to impose islamic”
She: “He is the biggest fascist”
He: “Primer minister mr Tayyip is fucking faschist, the secular system is in dangerous”.
He: “Because of the religion”
He: “It is about ıf the mr dıctator makes that Taksım square plan he thinks he can stop the revolutions waveand taskisla has a great story in our history. Topcu kisla islamic rebels statue and the goverment were destroyed there and mr dictator wanna make a new Topcu kisla”.
He: “After Reyhanlı attack prime minister went to USA instead of Reyhnli”
He: “I think it’s a rebel against the government, this ministry was not considered important their people and always gibed them…”
He: “because of the birth control pills”.
He: “Erdogan’s agenda has been one that feeds off from many of turkey’s historical problems like lack of democracy, military force as guarantor of the regime getting involved in politics, the kurdish problems, the minority problems etc (…) Erdogan took an approach which treated these as opportunities to further his power while installing his own bureaucratic elite and creating a new (islamic) bourgeoisie(…) There are so much that’s not functioning in Turkey. It’s becoming worse every day. Turkey’s biggest problem today, still stands the election and political parties laws. There is no such thing as democracy in turkey, and especially within Erdogan’s party. Erdogan is right now using the much needed peace with the kurdish armed forces card as a pawn to bring presidency system, so that he can continue to practice his currently established one man power”.

Estas son las declaraciones que me han escrito a través de las redes sociales, donde existe un gran movimiento de fotografías y vídeos en la que se muestran las manifestaciones, disturbios y enfrentamientos que tienen lugar en Turquía.  El ánimo parece no menguar, incluso los fans de los principales equipos de fútbol (Besiktak, Fenarbahçe y Galatasaray) se han unido bajo el lema “Istanbul United”.

Protestas en Izmir

Protesta en la ciudad de Izmir/ Foto cedida

El contexto social del estallido

La tala de los árboles del Parque Gezi es el detonante de este estallido social, pero en realidad tiene su raíz en la restricción progresiva del Gobierno de Erdogan. Recientemente, el Parlamento truco aprueba una Ley que restringe beber alcohol, a menos de 100 metros de centros religiosos y educacionalees, por ejemplo. Lo que en Istanbul supone no poder beber prácticamente en el centro de la ciudad debido a la aglomeración de mezquitas, en contradicción con la laicidad de Turquía que constitucionalmente así lo establece, pero que reduce el ingerir alcohol en bares situados lejos de dichos centros o en los propios hogares.

Se suma además, las protestas que, recientemente también, han tenido lugar en la ciudad de Reyhanli, en la provincia de Hatay, a ocho kilómetros del paso fronterizo con Siria, cuya población agoniza por las atrocidades que allí se perpetúan. Tras un atentado en dicha ciudad, donde murieron un total de 43 personas y decenas de heridos por la explosión de una bomba en el Ayuntamiento y en Correos, y los ciudadanos se echaron a las calles para exigir mayor seguridad y una gestión mejor de los refugiados que llegaban. La policía, según las informaciones, reaccionó con violencia y se produjeron también numerosos heridos.

Existe además la problemática que supone viajar fuera de las fronteras del país. Conseguir un visado es difícil y exige un largo trámite burocrático que en muchas ocasiones termina en la no concesión, según la clase social del solicitante. No se puede olvidar tampoco la presión que supone el servicio militar obligatorio, los jóvenes turcos lo viven con frustración y desesperanza, porque muchos de ellos no creen en las armas ni en la vida militar. Además de la presión religiosa y tradicional de la familia, donde  es prácticamente imposible vivir en pareja sin haber contraído matrimonio o incluso besar en público en determinadas ciudades, a no ser que se trate de Istanbul, que se identifica como la “ciudad de la libertad”, en opinión de fuentes consultadas para un reportaje que se publicó en la revista Orden y Ley y Hemisferio Zero.

Un cúmulo de circunstancias que degenera en la percepción general de gran parte de la juventud que piensa que existe un retroceso de derechos en los últimos años.

“Demacrada democracia de nuestro gobierno”

Manifestantes critican la censura de los medios/ Foto cedida

Manifestantes critican la censura de los medios/ Foto cedida

“Empezó con un pequeño grupo de personas que querían salvar el Parque Gezi al lado de Taksim”, declara un joven que participó ayer en las protesta en la ciudad de Izmir, situada al oeste de Turquía, con una fuerte connotación de lugar progrestista, donde abunda el simbolismo de quien representa para ellos el progreso: Mustafa Kemal Atatürk. “En realidad el problema es la demacrada democracia de nuestro gobierno”, añade el mismo joven.

Los altercados del anoche en Izmir, 3 de junio, acabaron con ataques contra la sede del gobierno en el poder a través del uso de bombas incendiarias. El Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, en turco) se basa en un islamismo moderado y se declara, ideológicamente, de centro-derecha. El joven consultado describe la atmósfera de la protesta en Izmir como “muy dura”. “Estuvimos cantando canciones, bailando y protestando. De repente llegó la policía y lanzó gas [lacrimógeno]. Perseguían a todo el que corriera y lo golpeaban con brutalidad”, afirma.

La reacción de la policía ha sido uno de los motivos por los que las protestas se han acentuado. Los ciudadanos han respondido con enfado e indignación al uso de gas lacrimógeno y agua con mangueras que se lanzaban en ciudades como Ankara. Por su parte, el primer ministro Recept Tayyip Erdogan, de viaje a Marruecos en un intento de aparentar normalidad a pesar de que los altercados no parece que se hayan aliviado y con la bolsa turca algo tocada, parece haber enfadado más aún el ambiente con las recientes declaraciones, describiendo a los partícipes de las protestas como “extremistas”, días después de que pidiera el cese de las hostilidades.

Sus declaraciones “enfadan aún más”, admite la fuente consultada, “la gente exige que se retracte y que se disculpe”. El joven opina que “las protestas son correctas y legítimas. Cualquier persona tiene derecho a criticar al gobierno, pero Erdogan no acepta ningún tipo de crítica y utiliza la fuerza policial, pero la gente lucha en contra de esta dictadura que ha dominado durante los último 11 años a los propios ciudadanos”, admite con tono enfadado.

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