True Love

Sorprendería a la lectora/ lector darse cuenta del altísimo número de parejas hispano-turcas que existen y se consolidan. De ahí, el concepto de “pasión turca”, aunque no haga mucha justicia a la realidad. Las principales vías para conocer a un chico turco y actuar, según experiencia mostrada por las lectoras son:

  1. Irse de vacaciones a Turquía y conocerlo allí, volver al país de origen y después emprender nuevamente el viaje para conocerlo más. Sobre todo, tomar la iniciativa de hacerlo por la dificultad para él de obtener un visado. En Turquía es difícil viajar al extranjero y socialmente no está muy interiorizado, por eso seguramente es más complejo que en nuestro caso y más costoso por los trámites que implica, si no es también por la escasez de un periodo vacaciones largo.
  2. El chat en Internet. Esta vía me es absolutamente desconocida, aunque hoy en día parece que está muy de moda.  Muchas lectoras escriben diciendo que han conocido a sus respectivas parejas turcas a través del chat. Lo que con el tiempo da paso a conocerse en persona. En este sentido, recomiendo tener precaución, ya que la misma vía suprime las sensaciones que podríamos tener en persona.
  3. Tal vez menos habitual, es conocerlo en el país de origen, no tratándose de Turquía. Es raro ver a muchos ciudadanos turcos viajando.

De una manera o de otra, ante la necesidad de conocerlo más, ya sea en mayor profundidad o por primera vez en persona, en la lejanía de querer visitarle y ver de paso Turquía, surge el miedo. El miedo suele ser un factor muy común: miedo de la cultura turca, miedo respecto de la situación de la mujer en Turquía, miedo de que ocurra algo una vez viaje sola a Turquía, miedo de viajar sola y no adaptarse a Estambul (es la ciudad más citada). No son pocas las noticias de hechos negativos acaecidos en aventuras, pero si se toman las precauciones necesarias y se identifican posibles factores de riesgo, no tiene por qué ocurrir nada.

Además, hoy en día está muy de moda darse la vuelta al mundo a solas; muchas personas optan por esta vía para tener nuevas experiencias, reencontrarse o darse un respiro. Y muchas de esas personas son mujeres.

Aeropuerto Atatürk para saludos y despedidas
En el momento que el aeropuerto de Atatürk se convierta en tu segunda casa te darás cuenta de que ya estas condenado. Foto: Miguel Ángel Otero Soliño

Sensación “caída del barranco” antes de viajar sola a Turquía para conocer a un chico turco

Si estás a punto de viajar sola o tienes pensado hacerlo para encontrarte o reencontrarte con él, y sientes miedo, lo primero es aceptarlo, y pensar fríamente ¿qué puede pasar? Tener miedo es normal, quien no tiene miedo carece de sensatez, aunque también es verdad que existen diferentes grados de miedo, y aquel que paraliza debe servir para tratarlo y revisarlo, pero el miedo previene y protege. Muchas mujeres sentimos miedo previo a viajar solas, es normal.

Después en el viaje, una se da cuenta de la estupidez de los pensamientos o lo malignos que puedes resultar: me va a pasar esto, me voy a perder, voy a estar sola, me van a secuestrar, no va a parecer… durante el viaje la mayoría de los hechos que hemos pensado no suelen ocurrir, sino todo lo contrario: una se encuentra con una gama positiva de hechos, experiencias y personas y alguna negativa también.

Se trata de aventurarse a salir de la zona de confort, la rutina. Cuando se vuelve, se siente la fuerza de la magia del amor y  de haber tomado una decisión que dota de autonomía, en una ciudad tan mística como Estambul además. A las personas que no pertenecemos a la cultura turca nos fascinan los monumentos, la gastronomía, sus costumbres, incluso los cantos del Imán y el hecho de conocer a una persona tan diferente.

Si la aventura sale mal, o la persona no cumple las expectativas, siempre puedes encontrar una habitación en un hostal y hacer turismo. Estambul es una ciudad enorme, 20 millones de habitantes pululan de un lado para otro, existen monumentos para ver por todos los lados, ferris que tomar, gastronomía que probar. Se pueden hacer mil cosas.

Mi recomendación: arriésgate, pero con sentido común. Si vas a sentirte más segura, pídele dirección, organiza también el encuentro o encárgate tú misma para tenerlo todo un poco más controlado, de esta manera tendrás acceso a los datos y podrás compartirlos con personas de confianza.

Viaja conociendo los trámites del visado, contacta con personas que tengan experiencias similares a la tuya y vivan en la ciudad a la que vayas: en Facebook puedes encontrar numerosos grupos que integran este tipo de experiencias.

Infórmate un poco, a veces es bueno, tener cierta idea de cómo funciona el país, qué sitios conocer… el impacto es menor y, sobre todo, disfruta. Tenemos que dejarnos disfrutar.

lado oscuro y bonito de Turquía
Turquía es algo más que banderas y mezquitas. Encierra a pesar de su lado oscuro, un gran encanto. / Istanbul. J.M

Existe un profundo desconocimiento hacia Turquía

Antes de viajar a Turquía o incluso a la vuelta vas a escuchar cosas buenas, otras veces silencio (las personas en ocasiones no saben qué responder) y con mucha probabilidad una larga lista de prejuicios. Los prejuicios se traducen en desconocimiento. Existe un largo camino de lucha contra el racismo y la xenofobia.

Lo cierto es que la imagen exterior de Turquía no se ajusta en muchas ocasiones al funcionamiento cotidiano del país. Muchas personas creen que es un país árabe, cuando en realidad es laico.

Las constates declaraciones del Presidente Recep Tayyip Erdogán y algunos miembros de su partido contra la mujer, la terrible idea que se tiene del Islam y su impacto en la ciudadanía (aquí existe un gran miedo respecto de los derechos de la mujer) y el bombardeo de noticias negativas, en algunos casos cierto que necesario ante situaciones graves que se dan, producen una imagen bastante negativa del país.

El conflicto armado en Siria y la lucha de los kurdos se ha hecho muy visible, en este sentido, la imagen exterior no es buena. A veces se crea la idea de que Turquía es un país muy atrasado, donde no se respeta a ninguna mujer y existen yihadistas por todos los lados.

Dependiendo con qué país lo comparemos Turquía será más avanzado o retrasado, dependiendo también de qué ciudad de Turquía hablemos o en qué parte de ciudades de Turquía nos movamos.

No es lo mismo hablar de Kadiköy, parte asiática de Estambul, con bastante apertura o la famosa Taksim, que Sultanahmet, donde se sitúan muchos de los monumentos emblemáticos de la ciudad ligados a la historia de la religión; más cerrada.

De la misma manera que no es lo mismo estar en Izmir, en mi opinión, una de las ciudades más modernas de todo el país, que en Diyarbakir, donde se lucha actualmente en pro de los derechos de la mujer, pero cuya sociedad no está tan desarrollada, en parte por los horrores de la guerra que han sufrido y perdido. Es muy complicado encontrarse desarrollo de los derechos de la mujer, o de los derechos humanos en general, en una sociedad disfuncional, en parte, por las condiciones exteriores.

Si yo lo comparara con España o el País Vasco, lo colocaría pasos atrás, sobre todo, respecto del País Vasco: la situación de la mujer en términos culturales, por no hablar de legislativos, estándar de protección de los derechos humanos más bajo (solo hace falta ver índices de vulneración libertad de prensa) y, según la sensibilidad de entorno cooperativista en la que me he criado, situación derechos laborales, aunque en Europa la situación se ha degradado mucho debido a la crisis económica y a falta de unión de los Estados partes, damos una imagen horrorosa, así que no estamos para dar lecciones.

Se tiende muchas veces a enfatizar el lado oscuro de este país. Acabo de hacerlo y lo he hecho muchas veces, hay que ser realista: admitir que tienen un gran trabajo en protección de derechos humanos, pero también tiene un aspecto muy positivo que en España se ha perdido, no sé si por el capitalismo, y que a lo largo de la crisis se ha hecho más notable: el egoísmo, la falta de escucha, la falta de ayuda.

Sin embargo en Turquía a nivel social la situación es a la inversa, las personas son hospitalarias, generalmente, muy amables, es una sociedad tranquila, a la que le gusta hablar y bailar, tienen más facilidad para hacer frente a obstáculos (resiliencia), disfrutan más de los detalles pequeños, existe más unión a nivel familiar y en amistad, les gusta mucho compartir momentos (otro asunto es la esfera política, y el conflicto kurdo-turco donde ha habido una violencia que a nivel social debe repararse). De hecho ahora mismo existe un proceso de paz en Turquía, quizás no tan visible como el de Colombia ni de magnitudes tan grandes, pero ha traído esperanza y alivio a la ciudadanía, a pesar de su complejidad. Tiene además una historia increíble y lugares preciosos que visitar.

Mi recomendación: No hagas mucho caso de los consejos de una persona que haya recorrido de la A a la C en la vida. A veces los consejos se corresponden a los tramos vividos en la vida. Conoce por ti misma tanto el lado oscuro como la luz del país o pide consejo a alguien que haya vivido tu experiencia, te será de más ayuda y además te restará soledad. Sentido común también de transitar por lugares solitarios de noche. Por desgracia, la mujer debe estar más alerta que el hombre. Turquía es un país seguro, si te mueves en el sudoeste de Turquía, ciudades como Marmaris, Bodrum, Antalya, la propia Izmir… reciben a muchos turistas de Rusia, Inglaterra, Alemania… todavía más seguro.

El verano pasado me encontré por casualidad con una pareja hispano-turca; ella procedía de México (no sé qué ciudad) y él de Bodrum. Ella se había mudado a Turquía porque él no se había adaptado bien a México, y estaba muy contenta porque podía pasear por las calles de Bodrum con una tranquilidad que le resultaba inusual, en comparación con su lugar de origen de México.

La mujer y el hombre en la cultura turca

La situación de la mujer en Turquía suele ser un asunto espinoso. Observo una situación compleja: el hombre tiende a protegerla y ella, en términos generales y perdón por las generalizaciones, suele tender a ser protegida. Es decir, es raro ver a una pareja y que ella tenga la iniciativa de pagar, o incluso las tradiciones que rigen los matrimonios expresan ciertas costumbres que a mí me chocan. Lo que no quiere decir que no haya mujeres independientes, activistas y libres. Conozco a una chica turca que de lo activista que es hace incluso vídeo satírico de Erdogán.

A mí me llama mucho la atención cómo de extendido están los celos en la pareja, tanto de un lado como del otro. Este asunto no me parece positivo: acarrea dependencia y posesión. Hace poco me contaron la historia de una pareja. Él conducía y ella le llamó, preguntándole dónde estaba. Él respondió que conducía y ella le dijo que se sacara una foto para comprobar que efectivamente se encontraba dónde él decía que estaba.

La familia en Turquía tiene mucho peso, a veces puede llegar a ser agobiante, aunque tiene el contrapeso de resultar un gran apoyo. Es bastante generalizado el peso del hombre en la familia y en muchas ocasiones se observa un lazo muy fuerte entre el hombre y su madre. Ese lazo será más fuerte según personalidad, lógico, pero este asunto a veces suele traer algún que otro problema.

Mi recomendación: sentido común, depende de la personalidad de quien viaja y de con quien vaya a encontrarse, o reencontrarse. Hablar. Comentar lo que gusta o no gusta, tener paciencia. Entender que hablamos desde fuera, desde fuera de su cultura y hay que hacer entender. Entender las propias necesidades y expresarlas. Pero creo que esto es aplicable a cualquier pareja.

En una pareja internacional rigen las reglas de una pareja “convencional”

dame un besito (1024x768)

Respeto y amor. Si de una pareja sana hablamos, lógicamente. En comentarios de lectoras me encuentro que en muchas ocasiones con un intento de controlar redes sociales, no vestir de determinada manera… lo que no se consentiría en una pareja convencional no habría de consentirse en una pareja del tipo que sea. No todos los hombres turcos son así. Eso hay que dejarlo claro. También los hay muy amables, caballerosos, que escuchan, respetan y aman con libertad. De hecho a muchos de ellos les gustan más las mujeres extranjeras: de mentalidad más abiertas, sin tantas restricciones sociales.

Mi recomendación: Identifica factores de riesgo, no apunta en buena dirección una persona que intenta controlar tus redes sociales o tu vestimenta. Es importante, pero esto es aplicable a cualquier persona que se conoce en cualquier parte.

Ventajas y desventajas de una relación internacional

Ventajas: Se viaja más, se practica inglés, conoces otra cultura, aprendes muchísimo, te ríes, acabas teniendo paciencia, los encuentros acarrean más ilusión y tienes tu espacio en la distancia. A veces con la edad acabamos por difuminar nuestro espacio personal con el de la pareja, y eso no es muy bueno.

Desventajas: Hay que tomar las decisiones con mayor rapidez, se comparte menos tiempo, a veces se le echa mucho de menos (hay que aprender a llevar esa frustración), existe la presión de aprovechar el tiempo al máximo (en todos los sentidos), a veces hay cierto choque cultural que generan mal entendidos (aquí hablar y hablar), se escuchan muchos comentarios de otras personas que pueden llegar a confundir (no hacer caso) y la distancia acarrea dificultad y muchas dudas.

Mi recomendación: La voluntad todo lo puede. Si hay amor verdadero todo llegará. Otras personas lo han conseguido, es posible. Es cuestión de voluntad y actitud. Hay que tener mucha, mucha paciencia, sobre todo, a partir de cierta edad en la que el espacio vida comienza a girar alrededor del trabajo y la pareja, la distancia se hace más pesada. Ante esto, saber que la distancia es un hecho temporal. Dar el salto a la convivencia en una vida real, más allá de un periodo vacacional, es posible. Muchas parejas lo han conseguido, a pesar de la dificultad de los visados y los trámites burocráticos.

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Este post forma parte de la edición especial: parejas hispano-turcas. Cuenta con la colaboración especial de Miguel Angel Otero Soliño, blogger de Planeta Estambul.

Para leer su visión particular-masculina pincha en: cómo actuar en caso de conocer a una chica turca.


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