Atardecer precioso en Chania, Creta.
Atardecer precioso en Chania. /Creta. J.M

En Rethymno, a las 12.00 del mediodía, sin haber dormido apenas (horror de los vuelos nocturnos), tras sufrir episodios de narcolepsia aguados debido a la falta de descanso, durante la inscripción en el aparta-hotel, muertas de sueño, el propietario, un hombrecito de pelo blanco y sonrisa amplia, de amabilidad exquisita, exclamó: “¡Españolas! ¿Y qué tal estáis en España?”, preguntó. “Bueno… no muy bien”, respondimos. “Mejor que nosotros, seguro”, dijo con cierto gesto de preocupación pero calma al mismo tiempo, inclinando la cabeza.

El aparta-hotel resultó una maravilla de lugar, tenía una de las piscinas más espectulares en las que he estado nunca: apenas concurrida, no sé dónde se metía la gente, se veía el mar al fondo y siempre daba el sol. En esa misma piscina, la misma manaña que nos movíamos nuestro próximo destino Chania, una chica se tumbó en la sun-bed de al lado. Preguntó, oyéndonos a hablar en castellano, si éramos de España, iniciamos una conversación.

Hablando sobre esto y aquello, le dije que solía viajar con frecuencia a Turquía. Añadió: yo estuve una vez en Constantinopla. Pregunté dónde, no sé, no había entendido bien. Hoy en día nadie dice Constantinopla, si no más bien Estambul. Y repitió: Constantinopla. Pregunté: ¿te refieres a Estambul? Asintió muy tranquila. El uso del término Constantinopla me llamó muchísimo la atención, creo que es un término que he leído en libros o he visto en documentales, pero nunca lo he escuchado en el transcurso de una conversación.

piscina para estar relax en Creta
Piscinas de lujo en las que relajarse/ Rethymno. Creta. J.M

“Estamos en una situación difícil”, comentaba una chica joven, entre el cigarro y un chupito de jack daniels en las manos, con la sonrisa hospitalaria que caracteriza a estas gentes, muy abiertas al diálogo. Estudiante de arquitectura, procedente del Norte de Grecia, pero residente en Creta. En la típica conversación primeriza, cómo te llamas, de dónde eres… nos preguntó por la arquitectura de Gaudí, y después, por la relación de la arquitectura en Latinoamérica con el colonialismo español. Aquello me llamó la atención; una pregunta difícil de contestar.

En otra ocasión, durante una sesión de cine al aire libre, tuvimos la suerte de poder ver la película en español La Isla Mínima (con subtítulos en griego, es la magia del viaje), un espectador sentado una fila más adelante nos preguntó primero si éramos españolas, segundo por el contexto de la película.

La película trata la investigación de dos policías ante un suceso que tiene lugar en una pequeña localidad de Andalucía, contextualizada en la época después del franquismo. Le respondimos en referencia a la investigación; rehuyó, a él le interesaba el contexto político en el que se movía la historia; Franco, su muerte, la agitación social. Aquello también me llamó la atención.

Pintadas en las calles de Creta.
Llama mucho la atención que se vean tantas pintadas en la calle. / Rethymno. Crea. J.M

Paseando por las calles de Chania, segunda ciudad más grande de Creta, por detrás de la capital Heraclión, se observan cómo se conservan los edificios, el estado de las calles, el paso de los habitantes, el gesto que tienen de afirmar lentamente con la cabeza, la tranquilidad que transmiten, el calor del sol… una se encuentra frente a cierto caos autoorganizado, como si no hubiera nadie que dijera cómo hacer las cosas. Extraña mucho no ver policías en las calles de Chania. Creo que en los diez días de viaje vimos un solo coche de policía.

Un hecho llamó también mi atención: Si se alquila un coche no hay problema para el aparcamiento. En otros lugares, por ejemplo, localidades como Zarautz o San Sebastián en Euskadi es realmente complicado aparcar sin desembolsar una buena cantidad de dinero. Sin embargo, en Chania no ocurre de esa manera.

Cerca de nuestro apartamento nos informaron de que había un free parking donde podíamos aparcar. Fuimos allí pero en realidad se trataba de un parking privado, había que pagar por horas, en Euskadi es conocido como la OTA. Nos pareció raro porque varios ciudadanos nos habían indicado que era libre. Preguntamos al camarero de un restaurante muy cercano, nos dijo que no pagaramos, allí nadie pagaba, nadie controlaba, no había problema. Y efectivamente, no hubo ninguno.

Cómo puede ser que exista una norma general implícita por la cual nadie paga. ¿Es extrapolable a la propia sostenibilidad del Estado?, la mirada de cómo funcionan las cosas en Grecia, en relación a la crisis a la que intetnan sobrevivir, el tercer rescate aprobado lo tienen ya sobre las espaldas, apunta en esa dirección. En realidad, a pesar de todos los aspectos positivos que muestra esta gran isla, se percibe pobreza, comunidades marginadas y personas que deben de pasar graves apuros, sin la asistencia adecuada.

pintadas en Creta
Este tipo de pintadas se observan en muchas ocasiones, no sé si debe a la represióno politicla, o a la época pasada. /Chania. Creta. J.M

“El dinero no lo es todo”, aclaraba un joven que se prestó a hacernos un tour nocturno por la ciudad: bares preciosos, música exquisita en consonancia con la decoración de las estancias, simpleza y la complejidad al mismo tiempo. Este joven ingeniero, sin trabajo en la actualidad, debido a la paralización de obras de construcción por falta de financiación, explicaba que a pesar de haberse quedado sin trabajo no estaba preocupado, tenía ahorros suficientes para vivir una temporada, llevaba una vida austera.

Aunque sí se percibía cierta preocupación respecto del futuro, se quedaba callado, como pensativo, y de vez en cuando hacía comentarios de: cómo trabajar en el extranjero se ha convertido en la segunda búsqueda en google… aunque él había tomado la decisión de quedarse en Creta, lo que después supimos se debía a la necesidad de sustentar a su familia.

En Chania llama la atención que apenas haya restaurantes extranjeros, a excepción de uno italiano que pudimos ver. “No los necesitamos, tenemos buena cocina”, respondió el joven arquitecto.  La comida griega está buenísima: ensalada greiga, mousaka, pescado y cordero. Llama la atención cómo a través de las conversaciones con jóvenes no se percibe la moda europea de viajar.

Muchos de ellos apenas han salido del país. En conversaciones con ellos resaltan mucho la historia del país; la conquista veneciana, la ocupación turca y explican de forma detallada la arquitectura de la ciudad haciendo referencia a las múltiples veces que los han conquistado. Tampoco se percibe esa moda maldita del whatsapp o el facebook, viven un poco como se vivía en España hace diez años.

Se percibe una sociedad que se niega a abandonar la gloria de la Grecia clásica, fuertemente nacionalista, que eso ocurre en muchos lugares, hay que decirlo, pero en Grecia se percibe un nacionalismo muy refinado, respecto de su pasado, de su cultura, de su aportación al mundo de las ideas y la democracia, y muy reacios a aceptar cualquier elemento que implique modernidad. 

“Somos una sociedad tradicional, nos cuesta mucho adoptar cualquier signo de modernidad”, expresó claramente este joven que hablaba con mucha tranquilidad, se quedaba callado como si pensara qué iba a decir o esperara una respuesta, y reía con ganas ante alguna broma que hicimos.

La imagen que se ha dado de la crisis, titulares de crisis humanitaria, el orgullo momentáneo que creó el reférendum, las protestas… han socavado el turismo, según nos contaba un camarero joven también. Nos decía que la ocupación había bajado un 80 por ciento, algo increíble dado que las calles se veían abarrotadas, a pesar de poder aparcar con facilidad, encontrar una sun bed o un lugar donde tomar o comer algo.

Ese mismo camarero, un joven que trabajaba durante todos los días de la semana en el restaurante para poder ganarse la vida, nos dijo que era culpa de Alemania que el turismo hubiera descendido, dado que las agencias alemanas decían que era mejor no viajar allí.

Lo cierto es que el miedo de los turistas de no poder sacar dinero en los bancos, un país a punto de bancarrota, tuvo que mermar de alguna manera los planes para viajar a esta isla preciosa. Pero lo cierto es que, sin saber si alguna agencia alemana pudiera decir algo así, se percibía prejuicio y cierta inferioridad respecto de otros países de Europa.

En una conversación, el joven ingeniero llegó a decirnos que en caso de que fuera a Alemania seguramente le trataría mal por ser griego. Lo cierto es que si este chaval hubiera estado en España no hubiera parecido griego, podría pasar incluso por alemán, no todos los alemanes lucen ojos azules y pelo rubio.

A medida que más se habla con las personas más se entiende el comportamiento de la sociedad a la que pertenecen, lo que da ciertos signos del comportamiento del gobierno de Syriza ante la Unión Europea, al menos lo que los medios han mostrado, o acaso la historia, una rivalidad entre Grecia y Alemania  (léase Hanna Arendt en lo referente a la Solución final) sacudiendo por detrás el fantasma de la Segunda Guerra Mundial, aflora de vez en cuando. Grecia pedía que se le perdonase parte de la deuda, de la misma manera que países de la Unión Europea, antes de que ésta fuera creada, perdonaron a Alemania parte de su deuda.


Post integrante en la serie: #LuzdeCreta: Impresiones sobre la crisis en Grecia y playas de lujo.

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