kadiköy en Estambul

¿Qué crees tú? /Kadiköy. Estambul.J.M

A las puertas de las vacaciones de verano, al menos desde la perspectiva europea, ya que en Latinoamérica el verano corresponde a la época de frío navideño de Europa, una se pregunta al ver la galerada de atentados que se ven/se escuchan/se leen en un tiempo muy continuado en Turquía, desde que hicieron del proceso de paz el último resquicio del país el pasado julio, una se pregunta si la guerra o la violencia (directa) ha tenido o tiene efecto en el turismo en Turquía, ya que se entiende que la guerra o conflicto armado (existen personas que no comparten el concepto guerra en Turquía) sí tiene un efecto en la vida cotidiana de la ciudadanía, en algunos, dependiendo de en qué lugar se encuentren, mayor o menor (véase conclusiones):

¿Qué impresión se tiene desde fuera de lo que en Turquía ocurre?
¿Es un país seguro para viajar?

Una pregunta que me ha rondado, quizás también, porque Planeta Estambul y yo vamos a ofrecer un especial verano sobre Turquía. Y me he preguntado hasta qué punto las personas dispuestas a trotar por el mundo lo están también para trotar a Turquía.

¿Afecta la situación de Turquía al turismo?

Si algo se percibe es un país de inestabilidad política y económica, cuya problemática ha aumentado mucho desde que llevaron el proceso de paz al pique (percíbase efectos de la paz, por muy imperfecta que sea), cuyas imágenes suelen corresponderse a atentados en autobuses, sangre, chillidos y mucho barullo.  Y menos mal que omito declaraciones del Jefe de Estado, Recep Tayyip Erdogán, sobre la obligatoriedad de la maternidad de las mujeres turcas a las que constantemente alude.

Un viraje hacia el futuro nada alentador, la sombra de una posible guerra civil si el ritmo continúa de esta manera empieza a percibirse, situada Turquía, para su fortuna o desgracia, en una área geográfica que la hace susceptible de problemas varios, con muchos problemas además en su pasado sin solucionar. Bonita imagen, ¿no? ¿Dan ganas de viajar así?

En cuanto a las soluciones, podría pensarse que sumergir un avión Airbus A300 en el mar Egeo podría fomentar el turismo subacuático. ¿Es una solución o un parche? El mar Egeo lleva de protagonista un año ya, cuando personas procedentes de otros lugares, Siria por ejemplo, se embarcan en él para llegar o no llegar, según la fatalidad de la misma vida. En la noticia se destaca que el “hundimiento de este enorme avión comercial se ha producido deliberadamente, por las autoridades turcas, a poco más de 22 metros bajo la superficie del mar Egeo con la esperanza de atraer a buceadores y turistas en general a sus costas”.

prevención en el conflicto

Ahora es el momento, según traducción, dice el graffitti. La prevención es la mejor herramienta para no lamentarse después de hechos que podrían evitarse, si hay voluntad/ Estambul.J.M

¿No has sentido empatía con otras culturas que visitas?

En tiempos en los que las vacaciones consisten en irse al más allá (a veces tengo la sensación de que la tendencia es irse cada vez más lejos para disfrutar), englobados estos tiempos rápidos en un movimiento global de personas que van y vienen, visitan y conocen lugares, se interelacionan con personas de otras culturas, al turista puede entendérsele también como a la persona que juega un rol de agente de paz.

Piénsese por ejemplo, y no quiero que se piense que comparo a Francisco Franco -generalísimo de España que tanta desgracia trajo- con Recep Tayyip Erdogán – Jefe de Estado de Turquía- en la España franquista, en la última época de aquel aislamiento el efecto que el turismo tuvo en cierta apertura de la sociedad española.

Las conexiones que se generan a raíz del viaje, ir y visitar otros lugares, escuchar y atender a otras culturas, pueden llevar a romper las barreras de la propia cultura y promover valores de tolerancia, entendimiento mútuo y respeto. Por lo tanto, en esta línea, podría entenderse el turismo como una manera de construir paz. La cuestión del turismo y la paz no es un invento nuevo, si no que se trata de un concepto que surgió a partir de 1925.

Los turistas no viajaban a Colombia, pero sí a Turquía

El impacto de la violencia en forma de atentados en Turquía que no desciende, el pasado 7 de junio un atentado en pleno corazón de Estambul arrojaba la barbarie de 11 personas muertas y 36 personas heridas, un día después, otro atentado en el sureste de Turquía provocaba la muerte de al menos cinco policías (personas también) mientras 50 personas resultaban heridas. A lo que se le suman militantes del PKK muertos durante todo este tiempo, más numerosos atentados donde personas normales, que no participan directamente en la guerra, mueren y se ven afectadas…

A lo que le sumamos también las amenazas del denominado Daesh y la crisis de los refugiados, porque refugiados acoge muchos Turquía, todo ese conglomerado de factores y los que tras de él se esconden, golpean con fuerza el turismo en Turquía, a pesar de contar con cifras importantes.

A diferencia de Colombia por ejemplo, ahora en un proceso de paz largo y complejo, inmersa en la posibilidad de reparar o al menos intentarlo, ese conflicto tan brutal, que consiguió generar rechazo en el turismo, dejando de un lado los efectos brutales en su población.

Turquía sin embargo que cuenta también con cifras escandalosas en el contexto de su propio conflicto: 40.000 personas muertas, 40 años de conflicto, ¡imagínese 40 años con el mismo problema! un millón y medio más o menos de desplazamiento, sin embargo, lo paradójico, y sin querer comparar Colombia con Turquía, pues las comparaciones siempre son odiosas, Turquía ha mantenido índices muy altos de turismo, quizás por la emblemática Estambul, el aire exótico del país y sus playas milagrosas o quizás por su costa turca. Hay que sumarle a ese impacto de violencia aberrante, una crisis con Rusia bastante fuerte, teniendo en cuenta el número muy alto de ciudadanía rusa que aterrizaba en Turquía para disfrutar de las vacaciones del verano.

El colapso del proceso de paz, el reinicio de la guerra entre gobierno y PKK, y su extensión a núcleos urbanos y ciudades del oeste, incluyendo Estambul y Ankara, a lo que se le suman los graves atentados del ISIS o Daesh, como bien indica un análisis de un informe elaborado por la Escuela de Paz de Barcelona, dejan una visión nada alentadora para la recepción del turismo en verano.

Atentar contra el turismo, atentar contra el corazón de Turquía

Contra el turismo, llama la atención el atentado específico que ISIS cometió contra turistas en la zona turística de Estambul, 11 personas asesinadas, el pasado 12 de enero. Lo que significa un golpe muy duro contra la economía turca, ya que el turismo es el segundo mayor sector de ingreso de divisas en el país.

El informe sobre el sector del turismo en Turquía relativo a 2015 indica que Turquía es el sexto destino turístico más popular del mundo, atrae a más de 30 millones de turistas al año y la tendencia es de continuo crecimiento año tras año”. Según el mismo documento y el Ministerio de Cultura y Turismo, el número de turistas extranjeros que llegaron a Turquía en 2015 fue de 39,4 millones”.

Me ha sorprendido mucho encontrarme con que, según el informe, Antalya es la ciudad preferida en Turquía si nos basamos en el número de visitantes extranjeros. Antalya fue visitada por un 34 por ciento de los turistas extranjeros en 2014, y tiene más de 500 hoteles de 4 y 5 estrellas en el centro y en las poblaciones más próximas, como Kemer, Belek y Kas”.

preciosas montañas en Antalya

Impactantes montañas en Antalya. Eran impresionantes de observar/ Antalya. J.M

Antalya, el primer destino turco en la costa mediterránea, no sufre un atentado desde 2006, cuando una bomba de una milicia kurda mató a cuatro personas y dejó 28 heridas. Unos 12 millones de turistas internacionales llegaron a esta ciudad en 2014, según el Ministerio de Cultura y Turismo turco. Y el país terminó 2014 con un 5% más de turistas con respecto al año anterior.

Sin embargo, a pesar de las cifras que el Informe muestra, el Instituto Turco de Estadística no se muestra tan esperanzados, y afirma lo que se percibe, a pesar de la todavía voluminosa cantidad de turistas que llegan: el ingreso por turismo del país cayó el primer trimestre del año 2015 hasta los 7.700 millones de euros, un 13,8 % menos que el mismo periodo de 2014.

Ejemplo de la belleza de uno de los lugares emblemáticos de Turquía, Éfeso:

La crisis con Rusia le pasa factura a Turquía

Los rusos son para Turquía, la segunda procedencia de sus viajeros, apenas un poco por detrás de Alemania y muy por delante de la tercera nacionalidad, los británicos. Sólo en un mes de verano rozan los 700.000 viajeros. El año pasado, cuando la crisis de la moneda rusa limitó seriamente la salida de viajeros, Turquía recibió 4,4 millones de visitantes de esta nacionalidad, una cifra más que respetable, por más que sea un 30 por ciento inferior a la del año anterior.

Antes de desatarse la crisis económica rusa, unos 4,5 millones de turistas viajaban cada año de Rusia a Turquía, cifra que se calcula ha caído en cerca de un 30 %.

El conflicto con el PKK pasa factura al oeste y al este de Turquía

A la crisis de los refugiados, a los atentados del denominado Daesh que pretenden expandir el miedo y la inestabilidad, al problema con Rusia, se le une el problema mítico de Turquía: tras romperse el alto el fuego y el proceso de paz entre el PKK y el Gobierno turco el pasado 24 de julio, llegaron las manifestaciones de los problemas: un mortífero atentado del denominado Daesh contra activistas kurdos. Y este parece ser, aparte del problema global que supone el Daesh que ha atentado también en Francia, en Bélgica, en Irak… el problema gobierno turco-PKK, élites, ese parece ser el verdadero problema que afecta al turismo.

Diyarbakir en la guerra

Uno de los lugares tan bonitos para ver en Diyarbakir, donde servían un desayuno escandaloso ¡! Tenía una biblioteca subterránea. Es una pena que este tipo de espacios queden reducidos a la guerra. /Diyarbakir. J.M

Una auténtica pena. Ya que la popularidad de las provincias del sureste del país (Diyarbakir, la preciosa Mardin, la horripilante Batman…) donde se concentra la población kurda, había aumentado en los dos últimos años gracias a la tranquilidad que despertaba el proceso de paz en Turquía. Y ahora, roto el proceso de paz, rota la calma, vuelta al horror, impera de nuevo el aislamiento.

Paseando por las calles de Diyarbakir se observaban algunos turistas, y la gente de Diyarbakir muy entusiasmada porque las personas quisieran conocer su ciudad y sus preciosos edificios, aunque a priori Sur, el “casco antiguo” resultara un poco feo, pero después, te llevaban por aquí y por allá, y eran edificios preciosos, como si fueran muy muy antiguos, el color de una piedra que no se veía en otras ciudades. Recuerdo que hacía mucho calor y quería tomar una coca-cola, pero el camarero, según traducción, me dijo que no vendían productos que no fueran naturales. Una especie de desarrollo económico sostenible se apreciaba.

Otro lugar muy bonito para visitar en el este de Turquía, es Hasankeyf:

Se trataba de un ambiente más o menos contenido, durante el transcurso del proceso de paz me refiero, se percibía el impulso de cierto desarrollo, cierta apertura y cierta tranquilidad, aunque había que andar con ojo, para visitar Diyarbakir. Sin embargo, tres años después de aquellas iniciales percepciones, roto ya el proceso de paz, vuelta a la cotidianidad de la guerra a la que se le suman factores locales e internacionales, me encuentro con la noticia tan triste de que 360 tiendas han cerrado en Sur, centro indicado de Diyarbakir, las actividades comerciales se han paralizado y el desempleo ha crecido.

Pura guerra.

Más de 20 hoteles en distrito Sur, incluido el hotel de cinco estrellas que era precioso, si creo que es en el que pienso que es, han sido cerrados. El informe sobre el que habla la noticia alude a que durante el proceso de paz la cuota de ocupación hotelera era de entre el 80 y el 85 por ciento, y ahora retomada la guerra, dicha ocupación ha descendido a cero patatero.

Un horror.

reflexión de la autora

Reflexión de la autora/ Isla Cleopatra. J.M

Se destruye Sur para destruir algo más que Sur

La destrucción del patrimonio del centro Sur llama mucho la atención. Situado en el interior de la muralla que rodesa este “casco” antiguo de la ciudad, Diyarbakir, considerada como la capital kurda de Turquía, aunque en Estambul también hay muchísimos kurdos, que cuenta con edificios antiquísimos y preciosos, llama la atención las noticias que llegan sobre la destrucción del patrimonio que en él se encuentra: imágenes de ruinas, de un paso por aquí y arraso con todo. Haya habido o no haya habido militantes del PKK, lo cierto es que es una pena que el contexto de la guerra sea utilizado para ejercer dominio a través del dominio sobre el patrimonio, si entendemos también que personas vivían en ese centro y tenían sus casas allí, así como muchísimos comercios, el Bazar…

En este sentido, el escritor turco Zulfu Livaneli renunció a su condición de embajador de buena voluntad de la UNESCO, tras denunciar la hipocresía de la organización que se dedicaba a cumbres humanitarias en Estambul, oeste de Turquía, mientras en el este el patrimonio kurdo/turco o patrimonio de Diyarbakir se destruía sin contemplaciones y a los ojos, a pesar del toque de queda, de toda la comunidad internacional.

En una carta que el escritor turco emitió a la directora de la UNESCO, Irina Bokova, expresó así:

“Después de que fuera aniquilado el legado histórico en Sur, la hipocresía reinó en la Cumbre Humanitaria de Estambul [celebrada el pasado 23 y el 24 de mayo]. La retórica abstracta de la paz y el silencio frente a hechos tan graves entra en conflicto con los ideales básicos de la UNESCO”.

Sur ha estado durante meses bajo toque de queda. Una ofensiva militar por parte de las autoridades turcas que no solo han afectado a militantes del PKK, si no a civiles, que se han visto obligados a desplazarse de sus hogares. Desplazamiento que habrá reactivado el sentimiento no reparado del desplazamiento de hace muchos años.

Conclusión: la violencia muestra su precio a pagar

Un conglomerado de efectos locales e internacionales con un efecto muy directo en la ciudadanía turca y kurda. Aunque en el oeste de Turquía la guerra no tenga tal vez tanto efecto como en el este y no se perciba la violencia de una manera tan directa como por ejemplo en la forma de destrucción del patrimonio, pues el patrimonio de Izmir, Estambul… continúa intacto, el efecto que produce la guerra o conflicto armado en términos económicos es claro y afecta tanto al este como al oeste: aunque Turquía tenga un número alto de turismo procedente del exterior, el año pasado en verano descenció y este año parece que va en la misma dirección.

¿Y tú, viajarías a un país cuyas noticias lo representan como peligroso?
¿Qué imagen tienes de Turquía?

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